La terapia se basa en el alfabeto sagrado que es el hebreo, el idioma hebreo es un idioma auténtico, por lo que sus caracteres de escritura son creadoras, es decir, crean lo que expresan.
Cada letra genera una vibración específica y como consecuencia las palabras resultantes cambian la frecuencia de vibración creando una nueva sintonía de equilibrio y armonía en el consultante.